¿Qué es esto, el diario de Bridget Jones? Tanto hablar de chicos... Aqui instalada en el pasillo de un Hostal Imperial en Miraflores, que de imperial no tiene nada, aprovecho mis últimas horas de viajera anónima para contar algo alucinante que nada tiene que ver con el sexo débil (sí, ellos). Y asi despedirme del verano.
En Perú creen que soy española; el diablito que llevo sentado en el hombro izquierdo me ha soplado al oído, “creo que eso significa que no tengo cara de india.” ¡Qué malo! Y en Río, un señor pensó que yo era gaucha, o sea habitante de la frontera con Argentina, donde se habla portugués con deje castellano. El detalle es que “captó” mi acento antes de que yo dijera palabra. Qué cara versátil tengo, ¿no? De nica, a conquistadora, a gaucha. Y yo que solo quiero retardar las arruguitas que ya empiezan a asomarse. Y talvez parecerme un poquito a Frida o a la Zeta Jones.
En Brasil, decir que algo es la foda significa que es lo máximo; mientras que decirle a alguien fodase es decirle que se joda. O sea que de algún modo, joder es lo máximo, ¿no?
Lo bueno, lo cool, en Brasil es legal. ¿Cuándo se ha visto esa admiración por las normas? En otros lugares, lo bueno se sale del marco, incluso de lo civilizado: en Nicaragua, salvaje, bestial (búfalo para una generación atrás); en Perú, bacán y (mi favorito) monstruo, pronunciado mostro.
La muletilla para expresar que estás prestando atención o estás de acuerdo, es é o éa. Pero ese é suena igualito a la clásica expresión nica de desafío o desdeño. Ejemplo: —Lola, el Difunto dice que todo fue tu culpa. Respuesta nica: —É! (se dice con fuerza, con la nariz para arriba, tipo, ¡está completamente loco! La negación total.)
Mientras que, por el contrario, el éa portugués me suena al yeah inglés, de modo que en portugués cuando asentís, es con ganas. Oh yeeeaaah para todo.
El oi brasilero, que significa hola y se usa de muchas formas para llamar la atención de otra persona, me suena al nica óe, que tiene el mismo uso y además puede ser tan deliciosamente celebratorio, como el ¡Oeeee, bacanal! con que saludo a W.
Un día entré a un supermercado en Río que tenía bines repletos de carne seca de lagarto: bistecs, lenguas, creo que hasta visceras, emblanquecidas y con olor extraño por todo el súper. ¿Sería costumbre amazónica eso de comer lagarto? Fue en el aeropuerto, saliendo de Brasil, que me enteré que lagarto significa res.
En Portugués, botar algo es tirarlo pero también ponerlo (o sea que la gallina bota huevos). Pegar es coger algo y también pillar a alguien (y yo no puedo evitar conjugarlo todo para imaginarme un escenario fetichista en el que te pillan, te cogen y te pegan). Marcar es fijar (por ejemplo, una cita), mientras que ligar es marcar (un número telefónico) y rolar es, coloquialmente, ligar con alguien.
¡Qué rollo!
En Perú creen que soy española; el diablito que llevo sentado en el hombro izquierdo me ha soplado al oído, “creo que eso significa que no tengo cara de india.” ¡Qué malo! Y en Río, un señor pensó que yo era gaucha, o sea habitante de la frontera con Argentina, donde se habla portugués con deje castellano. El detalle es que “captó” mi acento antes de que yo dijera palabra. Qué cara versátil tengo, ¿no? De nica, a conquistadora, a gaucha. Y yo que solo quiero retardar las arruguitas que ya empiezan a asomarse. Y talvez parecerme un poquito a Frida o a la Zeta Jones.
En Brasil, decir que algo es la foda significa que es lo máximo; mientras que decirle a alguien fodase es decirle que se joda. O sea que de algún modo, joder es lo máximo, ¿no?
Lo bueno, lo cool, en Brasil es legal. ¿Cuándo se ha visto esa admiración por las normas? En otros lugares, lo bueno se sale del marco, incluso de lo civilizado: en Nicaragua, salvaje, bestial (búfalo para una generación atrás); en Perú, bacán y (mi favorito) monstruo, pronunciado mostro.
La muletilla para expresar que estás prestando atención o estás de acuerdo, es é o éa. Pero ese é suena igualito a la clásica expresión nica de desafío o desdeño. Ejemplo: —Lola, el Difunto dice que todo fue tu culpa. Respuesta nica: —É! (se dice con fuerza, con la nariz para arriba, tipo, ¡está completamente loco! La negación total.)
Mientras que, por el contrario, el éa portugués me suena al yeah inglés, de modo que en portugués cuando asentís, es con ganas. Oh yeeeaaah para todo.
El oi brasilero, que significa hola y se usa de muchas formas para llamar la atención de otra persona, me suena al nica óe, que tiene el mismo uso y además puede ser tan deliciosamente celebratorio, como el ¡Oeeee, bacanal! con que saludo a W.
Un día entré a un supermercado en Río que tenía bines repletos de carne seca de lagarto: bistecs, lenguas, creo que hasta visceras, emblanquecidas y con olor extraño por todo el súper. ¿Sería costumbre amazónica eso de comer lagarto? Fue en el aeropuerto, saliendo de Brasil, que me enteré que lagarto significa res.
En Portugués, botar algo es tirarlo pero también ponerlo (o sea que la gallina bota huevos). Pegar es coger algo y también pillar a alguien (y yo no puedo evitar conjugarlo todo para imaginarme un escenario fetichista en el que te pillan, te cogen y te pegan). Marcar es fijar (por ejemplo, una cita), mientras que ligar es marcar (un número telefónico) y rolar es, coloquialmente, ligar con alguien.
¡Qué rollo!